Por término general, la cabeza de la mopa debería cambiarse cada seis meses. Esto depende de varios factores, por ejemplo: Tamaño de la casa en la que se realiza la limpieza. Frecuencia con la que se limpia la casa.
¿Qué líquido se le pone a la mopa para limpiarla?
Llena un cubo con agua tibia y añade un limpiador desengrasante. Sumerge la mopa en el agua y frótala suavemente para que las fibras se abran y suelten la suciedad atrapada. Asegúrate de no utilizar agua caliente, ya que podría dañar las fibras de microfibra.